jueves, 31 de enero de 2013

URGENTE Católicos DIFUNDAN este video. Por favor veanlo hasta el final v...





Eterno y Amado Padre mira bondadosamente a tu hijo Unigénito. Mira la pesada cruz que prepararon para tu hijo, y ten misericordia de tu pueblo.
Yo te ofrezco todos los dolores, sufrimiento y la sangre preciosa de tu hijo Jesucristo, Emmanuel, por toda la gente que ha abandonado su fe, y por los que la abandonaran en las colinas y valles de este mundo. Que por las caídas que sufrió tu hijo bajo la cruz, tengan la fortaleza de levantarse nuevamente, y permanecer firmes en la verdadera fe. A través del océano de su sangre preciosa derramada bajo la cruz por las calles de Jerusalén, fortalece a todos los que desean hacer tu voluntad. Amen.
¡Sangre Preciosa de Jesucristo, fortalece nuestras almas débiles!

PESCADOR DE HOMBRES CON LETRA



Amado JESÚS nos miraste a los ojos, sonriendo nos llamaste por nuestro nombre y nos invitaste a ser pescadores de hombres, Señor amado danos la valentía para tomar ya esos remos y empezar a remar, mar adentro, llenos de tu Espíritu Santo y tu delante de nosotros, nadie nos podrá detener. DIOS UNO Y TRINO nos bendiga.

Alma misionera (Canción del Misionero)



Que esta hermosa canción sea nuestra aceptación, de nuestra misión que el Señor nos ha encomendado y con prontitud ya llevemos su palabra donde necesiten, saber de qué ay un DIOS vivo actuante y presente en nuestras vidas, que nos espera con los brazos abiertos a todos los que decidamos estar con EL. DIOS UNO Y TRINO nos bendiga.

una de las mejores canciones catolicas 'HAS MORADA EN MI'



Meditemos en esta hermosa canción, aprendámosla y cántemosle a nuestro amado Señor con todo nuestro corazón. DIOS UNO Y TRINO nos bendiga.

martes, 29 de enero de 2013

CONMOVEDORA HISTORIA, EX PASTOR DE "ASAMBLEAS DE DIOS"



Maravilloso, maravilloso la madre va al rescate de sus hijos, ella a pesar de nuestra indiferencia, ingratitud, desamor sigue persistente en el amor que nos tiene y no descansa para regresarnos al camino, somos privilegiados de tener una madre como MARÍA.

Ex - satánico advierte del peligro de Halloween y su Fiesta Pagana.



Por favor escuchemos hasta el final este testimonio, no lo tomemos tan a la ligera, DIOS nos advierte de diferentes formas los peligros, pero la decisión es nuestra claro está, que DIOS UNO Y TRINO nos ayude a tomar las decisiones correctas... y que no, nos dejemos influenciar, por las asechanzas del mal y tantos instrumentos del satanás que vociferan por allí, para nuestra confusión, DIOS UNO Y TRINO nos de la luz para poder discernir cuales son las cosas agradables a DIOS, que nos llevaran a la vida eterna. DIOS nos bendiga.

Pastor protestante que vio a La Virgen Maria(Testimonio impresionante!)



Desgraciadamente nosotros los católicos tomamos tan a la ligera las cosas del Señor, que ni siquiera podemos percibir la hermosísima presencia de Jesús vivo en la EUCARISTIA, que este testimonio, como muchos otros que ay, nos abran los ojos... y empecemos a valorar el tesoro de incalculable valor que tenemos en nuestra iglesia, JESÚS VIVO real y presente en la EUCARISTIA, tomemos conciencia hermano(a)s y empecemos a portarnos como verdaderos hijos de DIOS que somos. DIOS UNO Y TRINO nos bendiga.

EL PODER DE LA PALABRA



El poder de la palabra, que bueno que podamos instruirnos un poco, para así poder cambiar nuestra vida, nuestras actitudes, por eso hermano(a) escuchemos con atención, no oigamos, sino escuchemos con mucha atención, para que se nos pueda gravar y poder cambiar y ser otras personas agradables a DIOS nuestro SEÑOR. DIOS UNO Y TRINO NOS bendiga.

El Padre Pio y Garabandal - "Solo quiero ser un fraile que reza"



Humana mente diríamos, que horror cuanto sufrimiento, cuanta injusticia de este santo hombre; pero ustedes se han puesto a pensar en el tesoro que el gano para su vida espiritual, se ganó la vida eterna en la gracia de DIOS nuestro SEÑOR, ...que maravilla como pudiéramos nosotros ser un poquitito como el en lugar de quejarnos tanto por las cosas insignificantes que nos pasan, seamos sinceros y tratemos de cambiar, empecemos a ser las cosas con más amor, paciencia sinceridad, humildad y hacernos el habito de orar más y hablar menos.

Testimonio de un Burrito de Dios - Padre Emiliano Tardif



Seamos valientes ,sinceros, humildes y hablemos de todas las maravillas que DIOS UNO Y TRINO hace a cada instante con nosotros seamos reconocidos y demos nuestros testimonios para así poder compartir con todos nuestros hermanos las maravillas de DIOS, DIOS UNO Y TRINO nos bendiga.

HOMILIA DEL PADRE DARIO BENCOSME


lunes, 28 de enero de 2013

Espíritu Santo comunicador del amor de Dios Padre

Espíritu Santo comunicador del amor de Dios Padre

LA FE V/S LA BAJA AUTOESTIMA


¿Que es la fe?

¿Qué es la baja autoestima?

1. La Biblia dice que la fe, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1

2. La baja autoestima, es la incapacidad de quererse, valorarse o de creer que uno puede lograr algo más. (Autorrechazo)

I. La baja autoestima generalmente viene con nosotras desde pequeñas, ya sea porque fuimos muy marcadas por algo que nos pasó, o quizá fuimos víctimas de burlas en el colegio, porque siempre nos hicieron sentir rechazadas o por alguna causa que se fue a medida que hemos ido creciendo.

Pero para comenzar tomamos de la palabra y de esta promesa, cuando la mujer sirofenicia le pide a Jesús que sane a su hija, y Jesús le responde;

“Deja que primero que se sacien los hijos”…Marcos 7-27

Porque nos tomamos de este versículo?

Porque a veces vemos que aún en nosotras, siendo las hijas del Padre, se ve el auto rechazo, pero debemos entender que no depende de Jesucristo que la baja autoestima se vaya de nosotras, porque Cristo ya lo hizo todo y nos dejó las promesas para que sepamos quiénes somos; sus hijas, su amada…en Cantares nos dice: ¡Prendiste mi corazón, hermana esposa mía; Has apresado mi corazón…!

Por lo tanto no debería existir en nosotras la baja autoestima porque ésta no nos deja ver más allá.

II. Una mujer que tiene baja autoestima no puede tener una fe mayor de lo que solamente ve y lamentablemente es contrario a lo que dice la escritura.

“La certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”

Hay momentos en que como mujeres quisiéramos algo más de lo que tenemos o vivimos a diario y solamente lo obtenemos soñando. Tal vez tu sueño es estudiar, capacitarte en algo, ser empresaria, formar una familia etc. cada una tiene sueños diferentes, algunos se ven tan lejanos que mejor los dejamos pasar y volvemos a nuestra condición, pero DIOS te dice “Lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía” Hebreos 11-3, y Él mismo se pone como ejemplo.

Pues un día Él soñó crearte y en donde no se veía ni había nada Él te creo a ti, e hizo todo lo que tenemos y quizá en estos momentos nuestros sueños no se ven pero con fe podemos hacer que se vean, venciendo así la baja autoestima.

Que el no querer nuestro cuerpo, nuestra cara, nuestra voz o cualquier cosa que no aceptamos de nosotras no sea motivo de frustración…ahora es el tiempo de aceptarnos y de vencer el autorrechazo para que le demos lugar a la fe que tanto anhela hacer obras en nosotras, hacernos creer, y sobre todo hacernos creer que ella es real y que es un fruto de la naturaleza que tenemos, la de Cristo .No importa la situación en que nos encontremos, con fe podemos salir de cada una de ellas ¡Hay que atreverse, tenemos a Cristo, al Espíritu Santo, tenemos al Padre!

La fe es la base de los hijos de Dios, y sin fe es imposible agradar a Dios.

Por la fe Sara siendo estéril, recibió fuerzas para dar a luz Hebreos 11-11 (aquí cuentan los sueño que queremos concebir)

Por fe creemos que Jesús nos puede ayudar en el momento en que lo aceptamos.

CARA A CARA:

- La fe nos ofrece cambiar nuestra mente y llevarla a ser como la de CRISTO.

- La baja autoestima ofrece tener la mente cautiva a una condición precaria.

- La fe ofrece sacarnos de esta condición y llevarnos a un nivel mayor tanto en lo espiritual como en lo material, lo social u otros.

- La baja autoestima nos detesta y siempre quiere vernos rechazándonos a nosotras mismas

- La fe nos ama y nos ayuda a vencer todos los obstáculos y a pisotear las obras del diablo.

- La baja autoestima nos hace vernos inferiores al mundo, a nuestros vecinos, familiares, compañeros de trabajos etc.

- La fe nos dice que con ella vencemos al mundo…

Y así podríamos pasar mucho tiempo viendo las cualidades de la fe (porque la baja autoestima no tiene cualidades) pero es ahora cuando hay que dejar que esas cualidades de la fe estén en nosotras.

Y para concluir podemos decir que la fe que nos entrega nuestro Padre a vencido al mundo y la baja autoestima pertenece al mundo por lo tanto ¡esta vencida! … y no hay más que empezar a activar nuestra fe ¿cómo? Dando pasos de obediencia, aceptándonos como JESUCRISTO nos ama, porque Él nos llama hermosas, no tenemos defectos para ante sus ojos, no hay ni una de nosotras que a Él le sea indiferente, todas somos bellas, tienes que saberlo, tienes que creerlo.

Jesucristo no te llamó porque eras una excelente profesional o porque cocinas rico o porque le dio lastima tu condición.

Él nos escogió porque vio en mí y en cada una de nosotras lo que Él podía hacer, vio el sueño de su corazón terminado en nosotras, sus amadas.

Amén.

 

domingo, 27 de enero de 2013

LA IGLECIA CATOLICA EL LLAMADO DE DIOS


Cómo alcanzar autoestima


Cuando hablamos de autoestima estamos hablando necesariamente de una relación con otro, si bien el diccionario dice que es una valoración generalmente positiva de sí mismo. Esta valoración debe desarrollarse, para un cristiano, conforme a la medida de fe que Dios nos ha dado a cada uno. Y la fe, dice la Biblia en Hebreos 11:1, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.
Ahora bien, la fe viene por el oír, pero no por el oír cualquier cosa sino la Palabra de Dios. ¿Y qué dice la Palabra acerca de mi autoestima? Porque si mi autoestima debe desarrollarse conforme a mi fe ¿en qué debo tener fe para mejorar mi autoestima? Leamos lo que dice la Biblia acerca de usted y de mí: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
Bien, creer en esto implica una buena medida de fe. Uno de los principales obstáculos de la autoestima es el oír al enemigo que nos acusa a cada instante haciéndonos recordar las cosas malas que hemos hecho, y por lo tanto dudar que somos lo que la Biblia dice que somos.
Pero sigamos leyendo la Palabra a ver qué dice de esto en el versículo que sigue: “Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido” (1 Pedro 2:10 ).
Esa misericordia que hemos recibido al recibir a Jesucristo en nuestro corazón es la que nos permite creer ahora que somos lo que la Palabra afirma que somos: linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios. Ya no somos sólo creaciones de Dios, ¡ahora somos hijos escogidos!
Amigo, empiece a creer de usted, no lo que usted piensa de sí, sino crea lo que la Palabra afirma que usted verdaderamente es. Y eso se cree por fe. Dice la Palabra de Dios en Romanos 12:3 “Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado”.
Así, para que esa autoestima que viene por la fe permanezca, es necesario que no la echemos a perder con lo que viene de nosotros mismos, porque del corazón del hombre salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. El peligro de guiarse por el propio corazón para generar autoestima es caer en el orgullo que se señala 2 Co 10:12 “No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen.”
Entonces, amigo, ¡a tener fe! O lo que es lo mismo: ¡a levantar esa autoestima! Créale a Dios, y verá cuan hermosa es la vida bajo la protección divina. Lo notará en su relación con otros, cuando Dios le haga hallar gracia ante los ojos de ellos.
Y si no lo ve, pues a los que les falta fe, es a ellos. Usted mídase conforme a lo que está escrito y no a la opinión popular ni mucho menos a su propia opinión. ¿Quién mejor que quien lo creó (Dios) sabe lo que usted verdaderamente es?
¡Que Dios aumente su fe! ¡Y haga brillar su autoestima! ¡Dios le bendiga!
 
 

La autoestima a la luz de Dios


La auto-estima es un campo fascinante y dentro de la superación personal todavía más, pero también es un tema profundo…
Todos hemos envidiado alguna vez ese tipo de persona que emana confianza absoluta en sí misma.
Lo percibimos a través de su forma de “estar”. Lo vemos en su forma de caminar, de saludar, de expresarse verbalmente y en lo bien que se está a su lado. Podemos decir de él o ella, que es una persona que goza de una sana auto-estima o de un sano concepto de sí mismo.
Uno de los factores psicológicos que más afecta nuestras relaciones humanas, es la auto-estima o amor ordenado por uno mismo. Una de las vertientes que más afecta la personalidad y la conquista de relaciones estables con uno mismo y el mundo es la auto-estima.
Lamentablemente de los miles de artículos y cientos de libros que existen en el Mercado sobre este tema, hay muchos que lo que han hecho es dar una orientación que confunde a las personas.

La auto-estima es un campo fascinante y dentro de la superación personal todavía más, pero también es un tema profundo y que requiere de mucha investigación y estudio para poder ser efectivos en la transmisión de la misma a los nuestros. Para nosotros los cristianos, la auto-estima o el amor que debemos sentir hacia nuestra propia forma de lucir y ser viene dada por el hecho de pertenecer a una categoría superior a la de los animales y las plantas.

Somos hijos de Dios. Seres humanos dotados de un alma que está destinada a ser eterna y en donde radican las potencias singulares que nos distinguen de los demás seres de la creación. Inteligencia y voluntad. Porque somos inteligentes, podemos pensar, reflexionar, decidir, actuar, y construir un auto-concepto que nos conduzca hacia el bien de nosotros mismos y por efecto, al bien de los demás.

La inteligencia es la chispa de Dios en nuestra alma y su propósito primero y último es conocerlo.(Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, “un corazón recto”, y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios).
Para esto se nos dio la voluntad. La voluntad me empuja a decidirme a emprender una tarea del conocimiento de mí mismo. Conocerme a mí mismo y saber quien soy y que hago aquí en esta tierra, es importante para poder conocer a los demás y exprimir lo mejor de ellos a través de nuestro trato.

Se necesita voluntad para zambullirse dentro de las aguas del yo profundo. Sin Dios como Capitán en ese bucear, se nos puede llevar por caminos equivocados de egoísmo permisivo hasta hacer que terminemos creyendo que somos dioses. No lo somos.
Somos hijos de Dios y es esta la razón más alta de nuestra dignidad

Se nos ha dado el regalo de ser hechos a su imagen y semejanza. Es por esto , que es importante antes de entrar en la pura psicología de la auto-estima que sepamos, que somos comos hombres a partir de Dios y las vías que nos llevan al conocimiento del mismo.
Vías para acercarse a Dios como punto de partida y la creación

El mundo: Del orden y de la belleza del mundo se pude conocer a Dios como origen y fin del universo.
Podemos ponerlo más claro con palabras de San Agustín: “Interroga a la belleza de la tierra, interroga a la belleza del mar, interroga a la belleza del aire que se dilata y se difunde, interroga a la belleza del cielo…interroga a todas estas realidades. Todas te responden: Ve, nosotras somos bellas. Su belleza es una profesión. Estas bellezas sujetas a cambio, ¿quién las ha hecho sino la Suma Belleza , no sujeta a cambio?

Contemplar la naturaleza, el cielo y sus diferentes movimientos de nubes; lograr asombrarse ante la caída de una catarata y la majestad de un águila en pleno vuelo, es contemplar y conocer la belleza de la Majestad y Potencia de Dios.
El ser humano

Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del deber, con su libertad y a la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios. En estas aperturas, percibe signos de su alma espiritual. La “semilla de la eternidad que lleva en sí, al ser irreducible a la sola material”, su alma, no puede tener origen más que en Dios.
Es importante que si somos solteras, solteros, esposos, esposas, madres y padres, tengamos claro que la tarea educativa de sembrar auto-estima en nuestros hijos, tenga su raíz a partir de Dios. No podemos quedarnos a nivel de psicología pura, ya que el hombre no es sólo psiquis. La naturaleza del hombre es sobre todo “espiritual”, esto, es lo que nos hace ser, seres humanos. Una educación en la auto-estima que no considere esto, a la larga hará que el hombre o la mujer tambalee ya que su fuerza estará enraizada en el hombre mismo para su funcionamiento y confianza en sí mismo, y no en Aquel que por amor lo creo. Así pues, sirva esté amplio preámbulo para entrar al mundo fascinante de la auto-estima.

 

LA ORACION DE JESUS EN EL HUERTO

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Punto 1.
Y apartándose de ellos como la distancia de un tiro de piedra, hincadas las rodillas, oraba diciendo: Padre, si es posible, pase de Mí éste cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. (Luc., XXII, 42).
La oración del Señor en el huerto nos presenta todas las condiciones externas de una perfecta oración:
Jesús se aparta hasta de sus más íntimos amigos: Y se arrancó de ellos como un tiro de piedra.
Quien con Dios quiere tratar, debe apartarse de los hombres.
Ora en soledad silenciosa…
Ora con el más profundo respeto y compostura exterior. Junta las manos, pónese de rodillas y se postra hasta tocar la tierra con su frente, como si fuera indigno de elevar sus ojos hacia el cielo. Es que esta penetrado del pensamiento de la infinita Majestad de Aquél a quien habla, como hombre y como hombre pecador, abrumado con el peso de nuestras iniquidades…

¿Por qué nuestro exterior es a menudo tan poco respetuoso y, a veces, aun irreverente, cuando oramos o meditamos? ¿No es, tal vez, porque no pensamos lo bastante en la Majestad infinita de Dios y en nuestra suma indignidad?
Acostúmbrate a preguntarte antes de ponerte a orar: ¿A dónde voy y a qué?… La compostura exterior ayuda eficazmente al recogimiento y devoción interior.
Punto 2º. -La oración del Señor en el huerto tuvo todas las condiciones internas de la verdadera oración.
Confianza filial. En medio de su amarguísima pena emplea el dulce nombre de Padre. Para que entendamos que Dios nunca deja de ser Padre, aunque deje sentir sobre nosotros su pesada mano, y aun cuando al parecer nos desatienda y nos deje en la oscuridad y desamparo interior. El llamarle, aun entonces, Padre, es señal de verdadera confianza filial.
Perfecta entrega y subordinación a la voluntad santísima de Dios. Semejante en todo a nosotros según su humana naturaleza, siente Jesús vivo horror al pensar en la muerte, y al considerar los dolores y humillaciones que la han de preceder. Supliquemos, pidamos con instancia, con lágrimas y gemidos al Padre celestial que aleje de Él tan dolorosos sacrificios; pero protesta que está dispuesto a someterse a ellos, si tal es su voluntad, y se somete, en efecto, con la más entera y completa resignación.
He aquí como debemos orar cuando pedimos a Dios vernos libres de lo que repugna a nuestros gustos e inclinaciones naturales. No nos está prohibido suplicarle con insistencia aleje de nosotros este cáliz de amargura, los padecimientos y contrariedades que repugnan tanto nuestra naturaleza; pero debemos siempre protestar que lo que sobre todo deseamos es el cumplimiento de su santa voluntad en nosotros: Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Cúmplase tu voluntad por mucho que a mí me duela…
Punto 3º -El Señor, en medio de su aflicción, no se olvida de sus discípulos.
Levantase y se dirige a ellos, para ver si velaban como les había mandado. Y como les hallare dormidos, despertólos y con blandura les dijo, especialmente a Pedro, que se apreciaba de más decidido y animoso: ¿Así no pudistéis velar una hora conmigo? velad y orad para que no entréis en tentación; porque aunque el espíritu está pronto, la carne está flaca. (Matth. XXVI, 40).
Admira la gran caridad y mansedumbre del Señor, que, en medio de tantas aflicciones, interrumpe su oración para visitarlos y alentarlos; y aunque los halló durmiendo, no se indignó contra ellos, sino con blandura los corrigió y avisó del peligro en que estaban. No es cosa fácil cumplir con fidelidad y constancia las propias obligaciones cuando uno está padeciendo; pero aún es más difícil usar entonces de mansedumbre, paciencia y benignidad con los que nos rodean… Pero lo será, poniendo la mirada en el divino Maestro. Aprende de Él a darte de tal manera a la oración que no faltes al cuidado de las personas y cosas que están a tu cargo; y a no reprender con aspereza, sino con espíritu de mansedumbre y con razones amorosas, especialmente a los que faltan por flaqueza, más que por malicia.
Reconozcámonos a nosotros mismos en la persona de estos discípulos, imaginando que Cristo Nuestro Señor reprende nuestra somnolencia y flojedad, diciéndonos como a ellos: ¿No puedes velar una hora conmigo? Y, postrado a sus pies, digámosle: Señor, justamente merezco ser reprendido, pues, velando Vos, duermo yo y aflojo en mi aprovechamiento; y no sólo no velo una hora, pero ni aún medio velo como debo, llevado de mi flojedad y pereza. Más pues veis que mi carne es flaca, socorred mi debilidad para que no me canse de velar en vuestra compañía.

IMPORTANCIA DE LA ORACION


REFLEXIONES SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA ORACION

oracion
 
Por Mons. Martin Davila Gandara (SUPERIOR DE LA SOCIEDAD SACERDOTAL TRENTO)
Esta horrorosamente desolada toda la tierra porque no hay nadie que reflexione en su corazón (Jer., XII, 11) Estas palabras salidas de los labios de del profeta Jeremías, nos descubren una de las grandes causas de todos los males que aquejan a la humanidad. Todo esto es debido a que nadie hay que entre en su corazón, piense seriamente sobre el estado de su alma y de la necesidad que tiene de volver a Dios; en otras palabras, hay pocos hombres de oración.
Podemos definir de una manera general la oración como: Un elevar nuestra mente a Dios: de donde se sigue todo lo que de alguna manera une nuestro espíritu con Dios es orar.
I. EXCELENCIA DE LA ORACIÓN
1)LA ORACIÓN ES: a)La fuente de las gracias porque es como la llave que nos abre las arcas de los tesoros divinos., b)La madre de las virtudes, pues por su medio se aprende a ser virtuosos., c)El alimento del alma en donde se fortalece para saber luchar las batallas del Señor., d)Las maestra de perfección que nos aficiona a la vida sobrenatural y del espíritu.
2) LA ORACIÓN ES EL ABISMO INSONDABLE QUE SEPARA: a)Al bueno del malo; el bueno reza, y el malo por lo regular nunca reza., b)Al virtuoso del vicioso; ya que la oración es maestra de virtud., c)Al hombre espiritual del hombre animal…
3) DESDE EL MOMENTO EN QUE UN ALMA SE ENTREGA A LA ORACIÓN: a)Entra en una región superior que se halla por encima de las cosas de la tierra., b)Comienza a respirar una atmósfera más pura; se aleja de ese ambiente corrompido que se respira en el mundo; c)Su mirada es más elevada, levanta el vuelo por regiones etéreas y se va acercando al infinito o sea Dios., d)Entabla un combate sin tregua contra el mundo, demonio y carne. En una palabra: en el camino de la perfección no se puede dar un paso sin la oración.
II. NECESIDAD DE LA ORACIÓN.
1) LA ORACIÓN ES NECESARIA EN EL ORDEN NATURAL, si queremos llevar una vida conforme con nuestro ser humano. Observemos lo que hace un hombre trabajador: piensa en lo que forma el objeto de sus pretensiones; los medios para conseguirlo; en las dificultades que hay que vencer… reflexiona sobre la manera más fácil y segura para llevarlo acabo y tan sólo entonces pone manos a la obra. El caminante observa el lugar a donde quiere ir; el camino que tiene que seguir, las dificultades que debe vencer; piensa en los gastos, en la provisiones, en los alimentos, en fin en todo lo que más le pueda ser útil y provechoso. Y mientras está ejecutando su obra, o se halla en el camino, se fija y reflexiona si va acertado, si ha habido algún engaño, si no se ha desviado del camino recto que lo conduce al término. Hasta los mismos niños piensan mucho en sus juegos y en el modo de vencer y sobresalir entre sus compañeros. De donde se sigue que la oración tiene un papel muy importante en la vida ordinaria del hombre.

2) LA ORACIÓN ES NECESARIA EN EL ORDEN SOBRENATURAL.
Deber nuestro es reproducir en nosotros a Jesucristo y ser una imagen viva de Nuestro Señor. Para conseguir este intento es necesaria la oración; muchos fracasan en esta empresa porque no se dedican a la oración o porque se figuran que esto de orar es tan sólo para almas escogidas, santas o religiosas. La meditación es necesaria para todo aquel que quiere ser buen cristiano.
3) ES NECESARIA TAMBIÉN PARA CUMPLIR EL PRECEPTO DIVINO;
Jesucristo nos dice. Velad y orar (S. Marcos XIII, 33)…; Orad sin cesar (S. Lucas XVIII, 1)…; Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y os abrirán (S. Mateo VII, 7).
4) PARA SATISFACER UN DEBER DE JUSTICIA.
Nosotros estamos obligados a glorificar a Dios; ahora bien, la oración que es una especie de unión con él, sirve para cumplir con este deber.
5) PARA ATENDER A LAS NECESIDADES DE NUESTRA ALMA.
Así como en el orden de la naturaleza no podemos nada por nosotros mismos, así tampoco en el orden de la gracia; todo nos debe de venir de Dios; y si no rezamos, ¿cómo podemos esperar que Dios nos ayude?
6) PARA VENCER AL ENEMIGO.
El demonio que odia nuestra alma y busca la oportunidad para arrastrarla al infierno, no descansa un momento para perdernos; es absolutamente necesario que nos armemos contra los enemigos de nuestra alma, y la mejor arma para resistir sus asaltos es la oración.
7) PARA ABRIR LAS PUERTAS DEL CIELO.
Sta. Teresa decía: Dadme un alma que haga media hora de oración al día y yo le aseguro el cielo. Por eso también decía S. Alfonso Ma. De Ligorio ¡El que ora se salva; el que nunca ora se condena!
III. EFICACIA DE LA ORACIÓN.
Al ver N. Señor Jesucristo que sus Apóstoles estaban tristes porque los iba a dejar, los consuela prometiéndoles que no los abandonará, y que les conviene que se vaya a su Eterno Padre, porque desde ahí los asistirá y les asegura que todo lo que le pidan a Dios en su nombre, les será concedido. Por consiguiente la eficacia de la oración se funda:
1) EN LA BONDAD Y PODER DE DIOS PADRE.
Su Bondad: Dios N. S. Es un Padre infinitamente bueno, Padre Nuestro…; nos ama tiernamente…; conoce nuestras necesidades…; quiere ayudarnos y está ansioso por colmarnos de sus dones. ¿Si él nos envió a su Hijo Unigénito para salvarnos, cómo podrá negarnos aquellas gracias que necesitamos para que la venida de Jesús sea para nosotros provechosa?
El mismo Padre os ama porque vosotros me habéis amado, y creído que yo he salido de Dios (S. Juan XVI, 27). He aquí el fundamento del amor que nos profesa el Eterno Padre, porque nosotros amamos a su Hijo.
2) EN SU PODER: Dios N. S. No tan solo quiere ayudarnos, sino que puede porque es Omnipotente. Los hombres de la tierra, si bien en ocasiones revestidos de gran poder, quisieran ayudarnos, con todo no les es posible; pero Dios N. S. Todo lo puede y nada se le resiste. La única condición que nos pone es que pidamos en su nombre: En verdad, en verdad os digo, que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo concederá (S. Juan XVI, 23).
3) EN LA PROMESAS DE N. S. JESUCRISTO.
Ha empeñado su palabra de que nos oirá en nuestras oraciones: pedid, y se os dará;… llamad, y os abrirán (S. Mat. VII, 7). La promesa no podría ser más formal, ni más solemne: Dios nunca falta a su palabra; antes faltará el cielo y la tierra, que dejarse de cumplir lo que Dios promete.
4) EN LOS MÉRITOS DE NUESTRO DIVINO REDENTOR.
Estos son infinitos, superiores a cualquier otro poder, y que tienen que ser admitidos en el acatamiento divino.
IV. CAUSAS POR LAS CUALES NUESTRA ORACIÓN NO ES ESCUCHADA.
1) PORQUE PEDIMOS SIENDO MALOS;
Nuestras malas disposiciones hacen que nuestras oraciones sean ineficaces; o porque el alma está sumida en el pecado mortal, o porque esta llena de imperfecciones que la hacen indigna de ser escuchada.
2)PORQUE PEDIMOS COSAS MALAS;
O cosas inconvenientes, o que pudieran sernos perjudiciales. Dios N . S., como buen Padre, en ocasiones no nos otorga lo que le pedimos, porque conoce que sería para daño de nuestra alma.
3)PORQUE PEDIMOS DE MALA MANERA;
Nuestras oraciones en ocasiones no poseen aquellas cualidades que la hacen digna de ser oída por Dios.
Nuestra oración debe ser: reverente, humilde, atenta, confiada y constante. ¿Serán éstas las cualidades de nuestras oraciones?.
En este escrito sólo hemos tratado a la oración de una manera general, ya que en otros escritos posteriores explicaremos las diferentes clases de oración que existen y que son muy provechosas para el alma.
En gran parte de este escrito esta tomado sobre Libro del Arte de Santidad del P. Ernesto Rizzi S. J.
Sinceramente en Cristo
Mons. Martín Dávila Gándara
Obispo en Misiones

sábado, 26 de enero de 2013

LA ARMADURA DE DIOS - ORACION


Ex Evangelica - Como catolica entendí el sentido de la cruz


LA SANTA MISA EXPLICADA POR SAN PÍO DE PIETRELCINA

Él me había explicado poco después de mi ordenación sacerdotal que celebrando la Eucaristía había que poner en paralelo la cronología de la Misa y la de la Pasión. Se trataba de comprender y de darse cuenta, en primer lugar, de que el sacerdote en el Altar es Jesucristo. Desde ese momento Jesús en su Sacerdote, revive indefinidamente la Pasión.

Desde la señal de la cruz inicial hasta el ofertorio es necesario reunirse con Jesús en Getsemaní, hay que seguir a Jesús en su agonía, sufriendo ante esta "marea negra" de pecado. Hay que unirse a él en el dolor de ver que la Palabra del Padre, que él había venido a traernos, no sería recibida o sería recibida muy mal por los hombres. Y desde esta óptica había que escuchar las lecturas de la misa como estando dirigidas personalmente a nosotros.

El Ofertorio, es el arresto. La Hora ha llegado...

El Prefacio, es el canto de alabanza y de agradecimiento que Jesús dirige al Padre que le ha permitido llegar por fin a esta "Hora".

Desde el comienzo de la Plegaria Eucarística hasta la Consagración nos encontramos ¡rápidamente! con Jesús en la prisión, en su atroz flagelación, su coronación de espinas y su camino de la cruz por las callejuelas de Jerusalén teniendo presente en el "momento" a todos los que están allí y a todos aquellos por los que pedimos especialmente.

La Consagración nos da el Cuerpo entregado ahora, la Sangre derramada ahora. Es místicamente, la crucifixión del Señor. Y por eso el Padre Pío de Pietrelcina sufría atrozmente en este momento de la Misa.

El Padre Pío celebrando la Santa MisaNos reunimos enseguida con Jesús en la Cruz y ofrecemos desde este instante, al Padre, el Sacrificio Redentor. Es el sentido de la oración litúrgica que sigue inmediatamente a la Consagración.

El "Por él, con él y en él" corresponde al grito de Jesús: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Desde ese momento, el Sacrificio es consumado y aceptado por el Padre. Los hombres, en adelante, ya no están separados de Dios y se vuelven a encontrar unidos. Es la razón por la que, en este momento, se recita la oración de todos los hijos: "Padre Nuestro....."

La fracción del Pan marca la muerte de Jesús.....

La intinción, el instante en el que el Padre, habiendo quebrado la Hostia (símbolo de la muerte...) deja caer una partícula del Cuerpo de Cristo en el Cáliz de la preciosa Sangre, marca el momento de la Resurrección, pues el Cuerpo y la Sangre se reúnen de nuevo y es a Cristo vivo a quien vamos a recibir en la comunión.

La bendición del Sacerdote marca a los fieles con la cruz, como signo distintivo y a la vez como escudo protector contra las astucias del Maligno....

Se comprenderá que después de haber oído de la boca del P. Pío tal explicación, sabiendo bien que él vivía dolorosamente esto, me haya pedido seguirle por este camino...lo que hago cada día...¡y con cuánta alegría!.

miércoles, 23 de enero de 2013

Transubstanciación

Qué es la Transubstanciación?
Estimemos por «justa y conveniente» la palabra exacta que expresa la conversión del pan y del vino: ¡Transubstanciación!
¿Qué es la Transubstanciación?
«La Presencia Real»
1. Verdadera, real y sustancial

Nos enseña la santa fe católica que Nuestro Señor Jesucristo está verdadera, real y sustancialmente presente, en el Santísimo Sacramento del altar. Es sacramento porque es signo sensible –pan y vino–, y eficaz –produce lo que significa–, de la gracia invisible y porque contiene al Autor de la gracia, al mismo Jesucristo nuestro Señor.
*¿Qué quiere decir verdadera?
Verdadera quiere decir que su presencia no es en mera figura (como en una foto), como quería Zwinglio, sino en verdad.
*¿Qué quiere decir realmente?
Realmente quiere decir que su presencia no es por mera fe subjetiva (no porque uno así lo opine), como quería Ecolampadio, sino en la realidad.
*¿Qué quiere decir sustancialmente?
Sustancialmente quiere decir que la presencia del Señor en la Eucaristía no es meramente virtual (como la usina eléctrica está virtualmente presente en el foco de luz), como quería Calvino, sino según el mismo ser de su Cuerpo y Sangre que asumió en la Encarnación.
El Concilio de Trento enseña que: «Si alguno negare que en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real, y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre, juntamente con el alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema».
Doctrina que recoge el reciente Catecismo de la Iglesia Católica: «Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros (Ro 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre (Mt 18,20), en los pobres, los enfermos, los presos, en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero, “sobre todo (está presente), bajo las especies eucarísticas”.
El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella “como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos”. En el santísimo sacramento de la Eucaristía están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero.” “Esta presencia se denomina ‘real’, no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente”».
De tal modo, que Nuestro Señor Jesucristo está presente en la Eucaristía con el mismo Cuerpo y Sangre que nació de la Virgen María, el mismo cuerpo que estuvo pendiente en la cruz y la misma sangre que fluyó de su costado.

2. De la Transubstanciación

Nuestro Señor se hace presente por la conversión del pan y el vino en su Cuerpo y Sangre. Esa admirable y singular conversión se llama propiamente «transubstanciación», no consustanciación, como quería Lutero.
Se dice admirable porque es un misterio altísimo, superior a la capacidad de toda inteligencia creada. ¡Es el Misterio de la fe! Se dice singular porque no existe en toda la creación ninguna conversión semejante a esta.
En la transubstanciación toda la substancia del pan y toda la sustancia del vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo. De tal manera que bajo cada una de las especies y bajo cada parte cualquiera de las especies, antes de la separación y después de la separación, se contiene Cristo entero.
Es de fe, por tanto, que de toda y sola la substancia del pan y del vino se transubstan­cia en toda y sola la sustancia del cuerpo y sangre de Cristo. Ahora bien, ¿qué es lo que permanece? Permanecen, sin sujeto de inhesión, por poder de Dios, en la Eucaristía los accidentes, especies o apariencias del pan y del vino.
¿Cuáles son? Los accidentes que permanecen después de la transusbtanciación son: peso, tamaño, gusto, cantidad, olor, color, sabor, figura, medida, etc, de pan y de vino. Sólo cambia la sustancia.
Por la fuerza de las palabras bajo la especie de pan se contiene el Cuerpo de Cristo y, por razón de la compañía o concomitancia, junto con el Cuerpo, por la natural conexión, se contiene la Sangre, y el alma y, por la admirable unión hipostática, la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Y, ¿qué se contiene por razón de las palabras bajo la especie del vino? Por razón de las palabras se contiene la Sangre de Cristo bajo la especie del vino y, por razón de la concomitancia, junto con la Sangre, por la natural conexión, se contiene el Cuerpo, el Alma y, por la unión hipostática, la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: «Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento. Los Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe de la Iglesia en la eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo para obrar esta conversión. Así, san Juan Crisóstomo declara que: “No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras, pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es mi Cuerpo, dice. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas”.
Y san Ambrosio dice respecto a esta conversión: “Estemos bien persuadidos de que esto no es lo que la naturaleza ha producido, sino lo que la bendición ha consagrado, y de que la fuerza de la bendición supera a la de la naturaleza, porque por la bendición la naturaleza misma resulta cambiada... La palabra de Cristo, que pudo hacer de la nada lo que no existía, ¿no podría cambiar las cosas existentes en lo que no eran todavía? Porque no es menos dar a las cosas su naturaleza primera que cambiársela”».
Sigue diciendo el Catecismo de la Iglesia Católica: «El Concilio de Trento resume la fe católica cuando afirma: “Porque Cristo, nuestro Redentor, dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamente su Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, que declara de nuevo el Santo Concilio: por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación”».
3. Omnipotencia de Dios
El sacerdote ministerial predica la Palabra de Dios, presenta a Dios los dones de pan y vino, los inmola y los ofrece al transubstanciarlos en el Cuerpo y la Sangre del Señor, obrando en nombre y con el poder del mismo Cristo, de modo tal que, por sobre él sólo está el poder de Dios, como enseña Santo Tomás de Aquino: «El acto del sacerdote no depende de potestad alguna superior, sino de la divina», de tal modo, que ni siquiera el Papa, tiene mayor poder que un simple sacerdote, para la consagración del Cuerpo de Cristo: «No tiene el Papa mayor poder que un simple sacerdote».
«Al mandar a los Apóstoles en la Última Cena: Haced esto en memoria mía (Lc 22,19; 1Cor 11,24.25), les ordena reiterar el rito del Sacrificio eucarístico de mi Cuerpo que será entregado y de mi Sangre que será derramada (Lc 22,19; 1Cor 11,24.25). Enseña el Concilio de Trento que Jesucristo, en la Última Cena, al ofrecer su Cuerpo y Sangre sacramentados: “a sus apóstoles, a quienes entonces constituía sacerdotes del Nuevo Testamento, a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio, les mandó ... que los ofrecieran”».
Y esto por el poder divino, ya que existe «en la misma transformación, una selección que indica penetración extraordinaria; dentro de una misma cosa material hay algo que cambia y algo que permanece inmutable; además el cambio produce algo nuevo...». En la Divina Invocación, como llamaban muchos Santos Padres a la consagración, se da:
1. Una selección: entre la substancia y los accidentes;
2. Una penetración extraordinaria: distinguir ambos elementos, para que desaparezca uno y permanezca el otro;
3. Algo nuevo aparece: el Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Cristo, bajo especie ajena, o sea, sacramental.
Por esto, la conversión del pan y del vino en la Misa, implica dificultades más grandes que respecto a la creación del mundo, como dice Santo Tomás de Aquino: «En esta conversión hay más cosas difíciles que en la creación, en la que sólo es difícil hacer algo de la nada. Crear, sin embargo, es propio de la Causa Primera, que no presupone nada para su operación. Pero en la conversión sacramental (de la Eucaristía) no sólo es difícil que este todo (el pan y el vino) se transforme en este otro todo (el Cuerpo y la Sangre de Cristo), de modo que nada quede del anterior, cosa que no pertenece al modo corriente de producir, sino que también queden los accidentes desaparecida la substancia...».

Queridos hermanos y hermanas:
Crezcamos siempre en la fe y el amor a Nuestro Señor presente en la Eucaristía. Estimemos por «justa y conveniente» la palabra exacta que expresa la conversión del pan y del vino: ¡Transubstanciación!, que debería sonar en nuestros oídos como música celestial.
Y admiremos siempre el poder de Dios que allí se manifiesta, como lo hace el pueblo fiel que dice, con las palabras del Apóstol Tomás, después de ocurrida la transustanciación: ¡Señor mío y Dios mío! (Jn 20,28).
 

6/7) SELLO SANADOR DE LA SANGRE DE JESUCRISTO



Con mucho, mucho amor, fervor, fe, sinceridad oremos con esta hermosísima oración por nuestros hermanos y por nosotros mismos, sellémonos con la Preciosísima SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

lunes, 21 de enero de 2013

MARIA NO ABANDONA A SUS HIJOS, NOS ACOMPAÑARA SIEMPRE EN NUESTRA MISION.


 
María, está con nosotros durante todo el día, con ella nos sentimos tranquilos como un niño que descansa en los brazos de su madre. Cuando estamos con pena y dolor, igual como ella, cuando estuvo frente a la cruz, nos sentimos consolados, porque Jesús nos la dejo como nuestra madre, Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Después dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19, 25-27) Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa y nosotros la traemos a la nuestra y nos llenamos de alegría. Decimos entonces, gracias Jesús, por dejarnos a María como nuestra Madre, con ella, no tenemos miedo, nos sentimos seguro y nos ayuda a buscarte, especialmente cuando tenemos peligro de caer o cuando caemos y buscamos ser perdonados por ti.

El amor de María, el mismo que ella tuvo por Jesús, nos reconforta, nos levanta con su radiación y nos invita permanentemente a mirar a Jesús, como ella lo miro en la cruz. Mirar a Jesús, amor encarnado, Hijo del Padre que nos ama sin condición. Ella nos muestra como mirar a Jesús crucificado, para amarlo, y también sufrir y saber perdonar, ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!

Recordemos como María nos enseña mirar a Jesús en Belén, desde ese instante aprendemos a amarlo y, luego nos formamos como discípulos de su hijo amado. María fue fiel a su Hijo y lo siguió hasta la muerte en la cruz y con su fidelidad nos motiva para seguir a Jesús hasta la misma cruz. María nos enseña a ser obedientes con su Hijo, "Haced lo que Él os diga" (Jn 2:5)-. María nos muestra con su fidelidad al Padre y su solidaridad con su Hijo, un modelo de vida. Así es, como damos al Padre, Gracias por María, así como decimos al Hijo, gracias por darnos una madre fiel, amorosa. Gracias porque María nos ayuda sentirnos hijos amados del Padre, hermanos de Jesús. Gracias, porque su resplandor de buena mujer y buena madre, brilla ante todos sus hijos, alumbrándonos el camino para llegar a Jesús.

Con gran confianza, con mucha esperanza, acompañados por la Santísima Virgen María, salgamos a la misión universal que nos encomendó el Señor Jesús: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación” (Mc 16, 15), María Madre de Dios, nos ayudara a misionar, en nuestras casas, en nuestro trabajo cotidiano, con nuestros amigos, con nuestros vecinos, es decir en todo lugar.

 

María Madre de Dios y Madre de la Iglesia


María Madre de Dios y Madre de la Iglesia
La tercer bendición que tenemos como católicos en nuestra relación con la Virgen es que la tenemos y llamamos: Madre de Dios y Madre de la Iglesia.
Esto seguramente que muchos hermanos separados no lo aceptaran, pero veamos lo que la Biblia, la razón y la Historia nos dice sobre este regalo y seguramente que usted estará de acuerdo que como católicos tenemos esta bendición especial. Acompáñame en este estudio para fortalecernos en la fe.
Razón teológica
Si Jesús es Dios y María es madre de Jesús, entonces María es Madre de Dios.
La encarnación significa que en un instante dado se unió la segunda Persona de la Trinidad, el Hijo, al hijo engendrado milagrosamente por María.
Como fue instantánea y esencial, María en ese momento empezó a ser madre de Jesús: hombre-Dios.
Nosotros cuando le damos ese título desde hace siglos no estamos pensando que sea Madre de Dios Padre. No. Lo que hemos creído siempre es que María esta totalmente unida a su Hijo y si El es Dios hecho hombre, entonces María es Madre de Dios.
Muchos protestantes no distinguen eso y por eso rechazan algo tan sencillo de comprender. Si María es Madre de Jesús y Jesús es Dios, en ese sentido María es Madre de Dios.
Por el hecho de la unión estrechísima entre las tres divinas personas, la maternidad de Maria no es ajena a Dios uno y trino. Por tanto merece el título de “Madre de Dios”.
Algunas citas que nos hablan claramente que Jesús es Dios son: Jn 20,28; Jn 1,1; Jn 5,23; Rom 9,5. Por otro lado, el papel de María con relación a la Iglesia es inseparable. En el nacimiento de Cristo; en su crecimiento; en su ministerio; en el primer milagro que realiza; en su muerte y resurrección; en Pentecostés etc. Con toda razón es llamada: Madre de la Iglesia.
Razones Bíblicas
Isabel la reconoce como Madre de Dios
Veamos lo que sucedió cuando Isabel, prima de María, le dice: “...de donde a mí que la madre de mi Señor venga a mi...” Lc 1,43,
El término “Señor” en la Biblia es un título que se le da solamente a “Dios”, Por lo tanto Isabel llena del Espíritu Santo la reconoció así como la madre de Dios.
Como el Discípulo se llevó a María a su casa como Madre, así nosotros también. María será Madre de la Iglesia.
Esto es algo que perfectamente nos enseña la Sagrada Escritura. Ojalá que quienes no creen en esto se tomarán unos segundos para leer ese hermoso pasaje de la Biblia donde Nuestro Señor Jesucristo nos dejó este regalo: “Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa”. Jn 19,26-27
Es tan clara la Biblia... Jesucristo le dice a su discípulo: “ahí tienes a tu madre”. No le dijo te encargo a mi madre, cuida a mi madre o ahí tienes a mi madre. No. Jesucristo fue muy claro.
Si le dijo: “Ahí tienes a tu madre” fue porque El quería que la viera como una auténtica madre. Y la Biblia hermosamente continua diciéndonos que: “El Discípulo se la llevó a su casa”. Y eso fue precisamente lo que el hizo.
Se trataba de Juan el Apóstol. El Discípulo se la había llevado a su casa.
Los auténticos discípulos de Jesús hacen lo mismo que Juan, se llvan a María a su casa como su Madre. María Madre de la Iglesia.
Razón Eclesial
La Iglesia siempre ha enseñado la Maternidad divina de María y su ser como Madre de la Iglesia. No es algo que ayer se invento, sino algo que forma parte de nuestra fe desde el principio. Veamos algunos ejemplos:
a) Un escrito antiguo dice: “...cuando la santísima y gloriosa Madre de Dios...” (Libro de Juan El Teólogo, cap I).
b) El Concilio de Efeso (año 431) definió así:
“...habiendo unido consigo el Verbo, de ambas resulta un solo Cristo e Hijo... desde el seno materno se sometió al nacimiento carnal...De esta manera (los Santos Padres) no hubieron inconveniente en llamar Madre de Dios a la Santa Virgen” (Dezinger 111ª).
c) Un poco mas adelante, en el año 450, otro gran santo lo dirá de esta manera: “Se le reconoce y se le venera como verdadera Madre de Dios... más aún, es verdaderamente Madre de los miembros (de la Iglesia) porque colaboró con su amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes...” San Agustín
d) El “Ave María” (oración rezada desde hace mas de 500 años) en su segunda parte dice: ”Santa María, Madre de Dios...”
e) El Concilio Vaticano II dice: “...La Virgen María, que al anuncio del ángel recibió al Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y dio la vida al mundo, es reconocida y venerada como verdadera Madre de Dios y del Redentor” (Lumen Gentium Nº 53).
Por eso podemos decir con alegría: “Bendita seas María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia."
 
 


UN SUEÑO CON JESUS




UN SUEÑO CON JESUS

Jesús subió a la colina

Para darnos su querer

Y con los brazos abiertos

Su túnica blanca y fina


Se paro frente a la cima

Donde todos lo puedan ver

Se paro en el mismo centro

Donde se unen dos caminos

A la izquierda, a la derecha

Ambos te llevan al centro

Al lugar donde espera Jesús

La gente llega, Jesús los guía

Los ángeles los acompañan

Arriba de la montaña están las nubes

María con muchos ángeles pequeños

Los bendice y el cielo se ilumina

De manta blanca y celeste

Sonríe y llueven las flores


Se abre en el cielo un portal

Más arriba cantan y brilla el firmamento

Y la imagen del padre se ilumina

En una luz blanca se refleja una cara


Blanco todo, todo el cielo

Blanca la barba y el cabello

Blanco el pensamiento, blanca la luz

Que envuelve a Dios en las alturas


Una voz perdona los pecados

Y les dice que nadie llega al padre

Sin antes llegar al hijo


Hermanos Jesús nos espera

Nos espera en el edén


NOTA: esto es un relato de un sueño

De una predicción de lo que nos espera

Cuando tengamos que partir…….

Allá en el Edén nos volveremos a reunir

Cada camino tiene su penitencia pero solo el perdón nos llevara a Jesús..


PÈRDONA Y SIGUE TUCAMINO…


POR DARIO JDELGADO R