Oremos con plena disponibilidad de todo nuestro ser, para que el Señor que ve nuestra sinceridad, nos escuche con agrado y nos ayude a reflexionar en nuestra vida, para poder ser cada día un poquito más como Él quiere que seamos y no como nosotros queremos ser. Tomemos como guía esta hermosa oración y empecemos ya, no nos dejemos seducir por sus espejismos que nos presenta el enemigo por más hermosos que nos parezca, abramos los ojos hermano(a)s en Cristo Jesús y tomemos la firme decisión de seguir a DIOS UNO Y TRINO que el sí cumple sus promesas y jamás nos falla. DIOS los bendiga.
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