ORACION POR LOS ENFERMOS DE CUERPO ENTERO
Jesús sabemos que tú estás presente en el
santísimo sacramento del altar con tu cuerpo, sangre, alma y
divinidad.
Bendito y adorado sea el sacratísimo Corazón
Eucarístico de Jesús.
-Te alabamos y bendecimos quisiste tener una mamá
para que te diera su cuerpo y su sangre para que tú la derramaras por nosotros.
Gracias Jesús.
-Y como María queremos abandonarnos a tu voluntad,
para que en tus manos de alfarero divino reconviertas nuestra vasija en una obra
de arte para ti.
-Aquí estoy Jesús tal y como soy, tal vez
humillado, tal vez perseguido, incomprendido, calumniado, alegre, triste,
enfermo, sea como sea mi estado te digo “Señor hágase en mí según tu
Palabra”
Tú eres Cristo Jesús Salvador de mi historia
presente pasada y futura, ven a caminar por ellas y bendícelas.
-Tú curaste a los leprosos, cura mi lepra
espiritual, producida por mi pecado, pecado de soberbia, debilidad o ignorancia,
arrogancia que fueron los que originaron en mi enfermedad.
Clávalos Cruz y unge mis heridas con tu bendita
sangre.
-Tú que abriste los oídos a los sordos, cura y
libérame del espíritu de ceguera que no me permite verte para poder alabarte y
bendecirte, ni me permite ver las necesidades de mis hermanos.
-Tú que sanaste a los epilépticos y a los mudos,
libérame de los espíritus de epilepsia y mudez que me impiden expresarme y
transmitir tu palabra con sabiduría, prudencia, claridad, afecto y
firmeza.
-Tú que hiciste caminar a los paralíticos,
libérame del espíritu de parálisis que me impiden moverme y me dejan postrado
largo tiempo haciéndome perder la alegría y no sé donde debo ir para cumplir tu
voluntad, y no me dejan caminar para evangelizar.
-Tú que resucitaste a los muertos, resucita las
áreas de mi vida y de mi historia que están marchitas, agonizantes o muertas.
Resucita mi matrimonio, mi trabajo, mis relaciones familiares, con mis hermanos
de grupo, resucita mi corazón que murió al amor, o a mis sentimientos que
mataron, o dejaron herido y no puedo amar más.
-Tú que liberaste a los poseídos por el espíritu del mal, libérame de toda influencia maligna, a mi persona, a mi familia, a mi entorno, y cólmame de tu espíritu santo para que rotas las cadenas que me atan pueda reflejar tu gloria a través de tu obra.
-Tú Señor que sanaste a tus discípulos del miedo
que los mantenía encerrados, libérame de toda clase de miedos, al agua, a la
gente, a las multitudes, a Dios, a las alturas, a la enfermedad, al dolor, a la
muerte, a la soledad a los lugares cerrados. Libérame a mí y toda mi
familia.
Señor tú que abriste el Mar Rojo, ábreme los
caminos en mi trabajo, en mis decisiones, en las dudas que me atormentan, en la
oscuridad de mi camino de fe.
Libérame a mí y a toda mi familia..
Libérame a mí y a toda mi familia..
Tú que entregaste la bendición a Abrahán, Jacob e
Isaac, bendice hoy a toda mi generación Señor. A todos mis antepasados, a las
generaciones presentes y futuras.
Libéranos de los odios, muertes, suicidios,
enfermedades mentales, cualquier tipo de brujerías, magia negra, tarot, ciencias
ocultas, maldiciones, etc. y de todo aquello que pudiera estar atado y que me
estuviera produciendo un continuo sufrimiento, desesperación, depresión
etc.
Yo renuncio en nombre de Jesucristo a todos los
caminos del mal, negatividad y falta de amor.
Te pedimos que nos liberes del espíritu de
blasfemia que tuvieron mis antepasados y que aún me salpican a mí y a mis
generaciones futuras.
-Te pido Señor que traigas a mi mente cualquier
actitud negativa arraigada profundamente de dolor odio, remordimiento,
desgracia, suicidio, alcoholismo malos tratos, o cualquier tipo de
vicio.
Te pedimos que sean sanadas y liberadas por el
misterio de tu presencia Real en la eucaristía.
Gracias Señor. Envíanos a tus santos ángeles y
arcángeles para que nos guíen a lo largo del camino a mí y a mi familia.
Amén
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