Reflexionemos, con mucha atención y tomemos una decisión
adecuada, porque abemos muchas gallinas que no queremos dejar el gallinero aunque
sepamos que no pertenecemos al gallinero, es hora que nuestro corazón empiece a
latir con fuerza y busquemos nuestra verdadera identidad de ser hijos de DIOS,  empecemos a volar porque somos hijos de DIOS y
allá debemos de volar hasta alcanzar el cielo, dejemos la rutina y los pretextos,
esforcémonos,  comportémonos como hijos
de DIOS UNO Y TRINO que somos ¡esa es nuestra identidad!  Empecemos  entonces sin esperar más a volar mucho más
alto cada vez, hasta llegar a nuestra meta,  ¡al CIELO!
DIOS UNO Y TRINO  te
bendiga.
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