|
Jóvenes y tiempo libre: una JMJ
frente a las sectas y la magia |
Publicamos esta
nueva aportación de la columna sobre jóvenes y nuevas religiosidades, dirigida
por Luis Santamaría del Río, sacerdote experto en nuevas religiosidades y
miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
El autor es Vicente Jara Vera, dominico seglar, miembro de la Red
Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
* * * * * Si hablamos
de juventud y de sectas, pensamiento mágico, Nueva Era, etc., hemos de
profundizar en las actividades que realizan los jóvenes. A veces a los adultos
se nos olvida que los jóvenes no usan del tiempo libre o de ocio como
nosotros.
En general en todas las encuestas y en todos los países (nos
referimos siempre al primer mundo), los jóvenes tienen como primera actividad
(1) el salir con los amigos, siendo la segunda (2) el escuchar música. A partir
de este dato se producen las variaciones, pues los varones apuntan en tercer
lugar (3) el deporte, que suele ser también grupal preferentemente. La siguiente
actividad más demandada por los jóvenes (4) está en el consumo de TV, Internet y
juegos virtuales (consola u ordenador). Los últimos puestos quedan para la
lectura (5) y el no hacer nada (6) (que no es una actividad baladí e inútil,
pues en el joven, y por su peculiar desarrollo que está viviendo, el tiempo que
dedica a sí mismo, ya sea al descanso, como al pensar sobre sí, es de
importancia capital para entenderse él mismo y el proceso adolescente y de
madurez que está viviendo). Y estos datos se mantienen en todos los países
europeos y del continente americano, así como en el Asia desarrollada, con
variaciones propias según particularidades propias, pero que nos sirve de
estimación.
Ahondando en lo dicho, las encuestas muestran también que la
dedicación a la lectura (libros, revistas, periódicos) es la que más ha sufrido
el retroceso debido a la incorporación reciente de Internet, el teléfono móvil,
la mensajería instantánea, los chats o los iPods y similares, pues la TV ya era
un elemento presente en los ámbitos familiares desde hacía varias décadas. El
desplazamiento se ha movido en estas franjas, perdiendo en aquella –lectura (5)
– para ganar en estas –Internet y telefonía (4)–, lo cual es normal, porque
estas actividades potencian las áreas más demandadas por los jóvenes, que es
hablar, relacionarse, escribirse, chatear, o sea, estar con los amigos (1), y
escuchar música (2).
Por otro lado, en el uso de Internet, los estudios
realizados nos muestran que su uso se dirige hacia la búsqueda de información
para realizar trabajos de sus estudios (que descartamos en este artículo por
referirnos al tiempo libre), y al uso del email, el chat, y todas las redes
sociales, preferentemente. Los juegos en red están pasando desde el ordenador a
las consolas. También se usa masivamente el ordenador para ver películas y
descargarse y oír música. Además está presente el uso de Internet para buscar
información sobre temas de sexualidad; o los temas deportivos entre los varones,
y las consultas en las chicas hacia las páginas de sociedad, apoyo emocional,
belleza o dietética.
En definitiva, la juventud se muestra como juventud
y sus prioridades son claras. Están aprendiendo a ser adultos e intentan
responder a todos los cambios que están sufriendo del modo que mejor
creen.
Las sectas, el pensamiento mágico, el esoterismo y la Nueva Era
atacan a los jóvenes sobre todo en los aspectos emotivos y de grupo, y muchísimo
menos en los aspectos intelectuales y de ideales, aunque también se dan estos
casos, pero mayoritariamente la potencial debilidad del joven medio está en lo
grupal. El grupo y la socialización, el sentirse querido y aceptado es
fundamental para el joven, que está cambiando rápidamente y está adaptándose a
su nueva vida de adulto. Si el joven no logra encontrar lo que demanda de manera
natural, será fácilmente asaltado con la oferta de grupos sectarios que le
ofrecerán un grupo de falsos amigos (que le engañarán desde los dictados del
líder sectario) a los que agarrarse, o bien acudirá a refugiarse en el
pensamiento mágico de la Nueva Era soñando ser un caballero o una princesa que
la vida y el entorno le niegan de continuo, llegando quizás a enredarse en un
vamos-a-probar algún recurso a la magia para que la suerte cambia a su
favor.
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes
con jóvenes, y eso es importante para ellos. Es bueno que los jóvenes se
encuentren, que conozcan a otros jóvenes, con los que después seguirán
manteniendo contacto por Internet, chateando, escribiendo y compartiendo en las
redes sociales... Es bueno que haya ambiente lúdico, festivo y musical, pues
esto es de importancia absoluta para el joven. Música para jóvenes, festivales
para jóvenes. Además ha de darse respuesta a lo que los jóvenes demandan,
buscan, se preguntan, ansían, y hablarles sin tapujos, directamente, sin
florituras, como hablan ellos, que lo entiendan.
Y por último, y
modelando todo lo dicho en el anterior párrafo del que se nutre, sobre todo la
JMJ es encuentro con Cristo, con Dios, con la Respuesta, pues Cristo es la
Verdad, y en Él está todo consuelo, Él es quien nos entiende y comprende, quien
comprende a los jóvenes; Dios se hizo hombre, y también fue un joven de Nazaret,
sabe lo que es ser un joven. Y Dios quiere al joven como es, con locura, como
nadie les ha amado ni nadie les amará jamás, tal y como es, sin mirar si se
acerca más o menos a un ídolo de la música, del deporte o de la televisión, o si
tiene las perfecciones anatómicas que consigue el
Photoshop.
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario