Cantémosle a María, nuestra madre tierna , amorosa que jamás se cansa de sostenernos para no caer y si caemos con dulzura nos ayuda a ponernos nuevamente de pie para poder caminar con ella hasta llegar a su hijo amado JESÚS, quien también con insistencia nos llama porque no nos quiere perder, por el amor inmenso que nos tiene.
Con gusto dediquémosle este tiempo a nuestra madre, reflexionando, pensando en lo mucho que ella ase por nosotros, en el incalculable amor que nos tiene y sin pensar en las consecuencias dio el “si” para poder traer a este mundo a nuestro Salvador y con mucha humildad, sencillez, valentía asumió todas las consecuencias.
Es hora de que nos congraciemos con tan bella madre de dulzura infinita, ternura, comprensión, amor incomparable, que por más que le hagamos sufrir con nuestras ingratitudes, caprichos, desamor, ella no se rinde y sigue de pie intentando una y otra vez, suplicándonos que regresemos, que vamos por el camino equivocado. Ahora llenemos su corazón de alegría y digámosle ¡Madre queremos caminar contigo asía tu amado HIJO JESÚS! Te amamos pero enséñanos amarte MAS.
DIOS los bendiga
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