sábado, 9 de agosto de 2014

Jesús quiere la Devoción al Sagrado Corazón unida a la Devoción al Inmaculado Corazón


 


En varias partes del Mensaje de Fátima, la devoción al Sagrado Corazón es promovida junto a la devoción al Inmaculado Corazón.

El mensaje del Ángel de Fátima


Primero están las palabras del Ángel de la Paz que en la primavera de 1916 se apareció a los tres niños de Fátima:



“Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas.”


Luego él les habla otra vez en el verano de 1916:
“Los Sacratísimos Corazones de Jesús y de María tienen designios de misericordia sobre vosotros.

Posteriormente en el mismo verano de 1916 les dicta una oración, que en una de cuyas partes dice:

“Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.”

Este tema de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, en el Mensaje de Fátima, se ve también en las apariciones de Jesús y de María a la Hermana Lucía en Pontevedra y en Tuy citadas arriba.

El mismo tema se observa en la oraciones que Jesús nos dictó para decir en honor de la Pura e Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, como también en la oración al Dulce Corazón de María dada en Rianjo.

Jesús aborda este tema explícitamente:


Pero el mensaje más notable sobre la importancia de unir la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús con la Devoción al Inmaculado Corazón de María se aprecia en el diálogo de Jesús con la Hermana Lucía en 1936. Citamos aquí directamente de la carta de la Hermana Lucía del 18 de mayo de 1936 a su director espiritual, quien le había hecho varias preguntas. Ella responde:

“En cuanto a la otra pregunta: si sería conveniente insistir para obtener la consagración de Rusia, respondo casi lo mismo que le dije otras veces. Siento que no se haya hecho ya, pero el mismo Dios que la pidió es quien así lo permite. A pesar de que el asunto es delicado para responder en una que corre peligro de perderse y ser leída, le diré algo de lo que pienso a este respecto. A Dios le confío esta respuesta porque tengo miedo de no tratar el asunto con toda claridad.

“¿Que si es conveniente insistir? No sé. Me parece que si el Santo Padre la hiciera ahora, nuestro Señor la aceptaría y compliría su promesa y, sin duda, sería una satisfacción la que daría al Señor y al Inmaculado Corazón de María.” (La carta continúa:)

(Lucía) “Interiormente he hablado al Señor de este asunto. Y hace poco le preguntaba por qué no convertía a Rusia sin que Su Santidad hiciese esa consagración.

(Jesús) ‘Porque quiero que toda Mi Iglesia reconozca esa consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para después extender su culto y poner, al lado de la devoción de Mi Sagrado Corazón, la devoción a este Corazón Inmaculado.’

“Pero Dios mío, el Santo Padre no me creerá si Tu mismo no le mueves con una inspiración especial.”

‘¡El Santo Padre! Rezad mucho por el Santo Padre. El la hará, pero será tarde. Sin embargo el Corazón Inmaculado de María ha de salvar a Rusia. Le está confiada.’


    c

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario